Pasada la ciudad del Mercantil y la circunvalación del Campus de la Universidad de Vigo, llegamos a San Cosme, alrededor de cuya ermita se celebra el mercadillo todos los domingos, cuando no fiestas a varios santos y eventos variados. Durante esos días con o sin orden municipal según consta, se colocan unos 200 metros antes, vallas de prohibición de tráfico con desviación obligatoria por la carretera de Cidans, en Zamáns. Esta carretera se bifurca más abajo formando un núcleo de unos 20 vecinos. Carece de aceras, señales de tráfico y badenes. Las tuvo (30/h y tonelaje) pero desaparecieron, las robaron y ya les rogamos varias veces que en su lugar, nos pongan badenes fijos sobre la calzada para que no se los lleven. Cientos de coches se tienen que desviar por esta calle, carretera solo al inicio, con el riesgo y el enfado por parte de unos y otros. Varias veces hemos denunciado esta situación y solo nos responden con el acuse de recibo.

Y ahora permítame solo dos ideas sobre el mercadillo de San Cosme. Hace poco se replanteó con eficacia la anarquía de estas aglomeraciones en Vigo y para ejemplo el mercadillo de Bouzas con orden, control y calle libre. Pero se olvidaron de este nuestro porque está en la aldea. Aquí se cierra la calle, se asfixia la ermita y se deteriora su entorno, para colocar puestos de venta y en cambio, las grandes explanadas de tierra adosadas a la carretera pintada de linea continua, se utilizan como parking remunerado. Cuesta creer esta desorganización en los tiempos que vivimos. Aquí en San Cosme todo el mundo ve para otro lado, políticos, autoridades de tráfico (las rotondas son para aparcar) y supongo que nulo control sanitario sin servicios higiénicos mínimos y no digamos financiero con ingresos y gastos.

María Rey, allegada periodista viguesa de pro en el Parlamento español, acaba de presentar en la feria del libro de Madrid un libro "Juego de escaños" que le recomiendo. En el que defiende la idea de que los periodistas también deben de estar para controlar a los políticos. Y los vecinos también, con su colaboración, si me lo permite.