"Para donar órganos, Galicia tiene la tasa negativa familiar más alta del país" (Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes).

Mala noticia en general, pero peor para los gallegos, máxime cuando tenemos conformada una personalidad de pueblo solidario. Nuestro origen celta, con numerosas afinidades culturales con otros pueblos como Irlanda, Escocia...; el milenario Camino de Santiago que, desde la Edad Media, fue una inagotable fuente cultural; y la emigración desde finales del S. XIX y primera mitad del XX, ejemplo de universalización y solidaridad humana, nos han dado a los gallegos un carácter de hospitalidad, capacidad de trabajo y solidaridad.

Estos signos que tanto nos caracterizan no solo a través de años sino de siglos, debemos de mantenerlos, por eso hoy para el tema que nos ocupa y preocupa pido su solidaridad y colaboración para ver si entre todos conseguimos que disminuya la tasa tan elevada de negativas familiares, asignatura pendiente en la donación de órganos en Galicia.

Importante es que en vida la persona comunique que quiere donar órganos, pero no menos importante es que su entorno familiar lo conozca. Si se dan estas circunstancias, solo queda estimular a los familiares para que cumplan su voluntad ya que en un momento dado también ellos podrían necesitar una donación.

Tampoco podemos ser ajenos a que en Galicia se convive en perfecta sintonía con una intensa fe religiosa, por eso es de tener muy en cuenta que la doctrina de la Iglesia Católica respalda y estimula la generosidad de los donantes. A propósito sobre esto, el Papa Juan Pablo II calificó la donación de órganos como un verdadero acto de amor. También el Papa emérito Benedicto XVI ha dicho que donar órganos para trasplantes es un acto de amor moralmente lícito. Y también manifestó: "Hace años que me inscribí en una asociación de donantes y llevo siempre conmigo este documento que además de mis datos personales, está escrito que estoy dispuesto, si se da el caso, a ofrecer mis órganos para ayudar a cualquiera (el que esto escribe también hace años que lo tiene de esta misma forma como toda su familia.)

Si bien es cierto que España figura como líder mundial de trasplantes, logro conseguido por el intenso trabajo del nefrólogo Rafael Matesanz, fundador y director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), no debemos de abandonarnos y hay que innovar continuamente para no quedarnos atrás, por eso toda ayuda es poca, todavía hay largas listas de espera que necesitan la solidaridad de la sociedad española, es decir, de todos y no podemos consentir que Galicia sea el vagón de cola. Todos podemos contribuir a dar vida sin que nos cueste nada pues cuando la nuestra se apague, podemos encender otras que en muchas ocasiones están con fecha límite para apagarse definitivamente. No debemos ni podemos aceptar la muerte de un solo paciente más por no practicársele un trasplante.

Por eso, queridos lectores, digan SÍ a la donación, porque implica salvar muchas vidas e implica también el mayor acto de amor que el hombre pueda concebir. Si después de la lectura de esta reflexión se consigue que un "puñadito" de ustedes se hagan donante no hemos perdido el tiempo.

Es todo muy sencillo: soliciten la tarjeta,que es un documento que no tiene valor legal y que testimonia nuestro deseo de ser donante de órganos tras el fallecimiento, pero siempre los familiares tienen la última palabra y serán los que autoricen o denieguen la extracción. Para despejar las dudas sobre donaciones diríjanse a cualquier hospital, al teléfono 981 542 863 o al correo "oct@sergas.es" .

La inmensa mayoría de los familiares que han donado órganos dicen que uno de los pocos recuerdos positivos del fallecimiento de su familiar es el consuelo que han encontrado al haber dado vida a otra persona.

Y para finalizar, permítanme que lo haga con una frase del intelectual y filosofo Eugenio d'Ors: "Todo pasa, una sola cosa te será contada y es tu obra bien hecha".