Leyendo los periódicos de los últimos días cualquiera podría pensar que Podemos plantea una moción de censura al PSOE. Dudo mucho que la formación morada pretenda con dicha iniciativa erosionar, aún más si cabe, a los socialistas, en crisis per se, como demostró el espectáculo bochornoso que nos regaló el Comité Federal el pasado octubre. Ahora, oficializada la ruptura en la familia socialista, asistimos a un "juego de tronos" a la española, en la que el estoico Jon Nieve-López pugna encarnizadamente con el atractivo Jamie Lannister-Sánchez por el Norte; sin percatarse de que el auténtico peligro viene del Sur, en forma de Daenerys-Díaz de la Tormenta, escoltada por sus temibles dragones; auténticos dinosaurios del jurásico de la política española. Mientras, el Lord Comandante-Rajoy observa impasible desde lo alto del Muro lo que sucede a su alrededor esperando que, una vez más, las cosas caigan por su propio peso. En todo caso, la realidad supera a la ficción, y los ciudadanos asistimos perplejos a una nueva temporada en la que la trama nos produce vergüenza e indignación a partes iguales.

Cabe preguntarse qué más informaciones deben trascender para que algo cambie en esta vorágine de corrupción consentida desde las más altas esferas, y si nuestros representantes políticos -lobos, leones, dragones o ciervos-, están a la altura de las circunstancias. Aunque mucho me temo que el gatopardismo se ha instalado en la política española y como sentenció Lampedusa en su magnífica obra, "algo tendrá que cambiar para que nada cambie".