Quiero expresar mi más profundo desagrado por la reforma llevada a cabo en la Tribuna de Balaídos. Cuando yo era niño, este estadio era, con diferencia, el más grande de Galicia y uno de los destacados de España, con doble grada, es decir, dos anfiteatros en Tribuna-Preferencia, por una banda: y en Marcador-Fondo, por otro lado. Estos le confería un aire similar al mítico Maracaná. Además, con la reforma de la Grada de Río, proyectada en los 70, y pensada para la celebración del Mundial de España 82, acabó de darle el nivel de gran estadio, quedando solo la grade de gol discordante del resto. En otras ciudades con menos habitantes que Vigo, como son A Coruña, Gijón o San Sebastián, sus estadios han aumentado considerablemente su aforo, y su aspecto ahora es de grandes coliseos. Incluso el estadio de Pasarón en Pontevedra ha crecido y tiene doble anfiteatro en todas sus gradas. Por el contrario, Vigo, como en casi todo, va hacia atrás.

Lo mismo que ha perdido un gran hospital (mejor dicho dos, si se cuenta el Cíes) en pleno corazón; o los taxis que pasaron de ser como en las ciudades cosmopolitas, con aquellas característica "V" de Vigo en sus puertas, lo que daba a la ciudad olívica un aire de gran urbe, a llevar solo un pequeño escudito, es decir, igual que los de cualquier pequeña localidad; o hacer desaparecer joyas arquitectónicas y palacetes del centro, sustituidas por horribles mamotretos; o destrozar el entorno del Náutico y su maravilloso jardín con palmeras, remplazadas por gradas y explanadas grises con ridículos monumentos de hierro oxidado. Ahora nuestros actuales próceres de la ciudad, como el alcalde Caballero y el presidente del Celta Mouriño y los correspondientes arquitectos, han parido una vez más otro gran retroceso para Vigo. Esta vez, achicando Balaídos, construyendo una grada de Tribuna merecedora de un futbolín, y sin posibilidad de vuelta atrás; con clara voluntad de hacer un Celta a nivel de equipo modesto y de villas de 40.000 habitantes, como la del Eibar. En vez de tener el ansia de ir hacia un gran coliseo o al menos con aspecto de gran coliseo, aunque no lo sea, e intentar competir contra grandes entidades como los clubes del Nou Camp, el Bernabéu, San Mamés, Villamarín, Pizjuán, etc.

Vigo gracias a los que bien se pavonean, los iluminados de sus líderes locales modernos, seguirá siendo la eterna aspirante a gran ciudad, pero con infraestructuras de pueblo grande y todo ante el conformismo general. Como sempre o de sempre.