Cual es mi sorpresa al enterarme que a las jugadoras de balonmano les hacen firmar un contrato en el que prometen no quedar embarazadas. Como ejemplo el de una joven jugadora que quedó embarazada. Fue expulsada del club. Se deprimió. Tuvo un aborto. Al enterarse, el club volvió a ficharla. Y luego les llaman las leonas del balonmano porque nunca se rinden y reciben todos los honores posibles. Esto ocurre también con las jugadoras de basket. También con las futbolistas. Y me queda la duda de las jugadoras de rugby. Esos directivos merecían una buena melé. Eligen jugadoras jóvenes para formalizar estos contratos antiembarazo. Contratos basura en toda regla.