El día 31 de diciembre compramos billetes de tren de ida y vuelta de la estación de León a Pola de Gordón. A las siete menos diez de la tarde estamos en apeadero de Pola de Gordón para volver a León. El tren tenía que pasar a las siete de la tarde, pero como a las siete y cuarto el tren no venía llamamos por teléfono a Renfe y nos dice que el tren tiene una avería y va a demorarse dos horas. A las nueve y media, en vista de que el tren no aparece, volvemos a llamar y nos dice que tiene un retraso de media hora más. A las diez y cuarto volvemos a llamar y nos dicen que el tren está a punto de pasar. Yo le pregunté reiteradas veces si el tren va a pasar y me insiste en que pasará.

Llamamos a las diez y media y nos dicen que Renfe puso un autobús para recoger a la gente y que ya ha llegado a León y que no pueden hacer nada y le insistimos en que tenemos billetes de vuelta, y nos dice que no pueden hacer nada por nosotros; total que nos busquemos la vida. Estamos a tres grados bajo cero dos personas cuatro horas abandonadas en una estación sin un lugar donde sentarse ni cobijarse, con lo cual tenemos que llamar a un taxi para que nos recoja y nos lleve a León ¿Qué pasaría si no tuviéramos dinero para pagar el taxi? Resulta indignante la ineficacia de Renfe y más en estas fechas.