Tres hombres que simularon vender droga han sido condenados a penas de 23 años de prisión por tentativa de homicidio y otros delitos al disparar y herir un comprador con la intención de robarle el dinero, según la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña. Los tres han sido declarados culpables de integrar un grupo criminal formado para "simular operaciones de venta de sustancias estupefacientes, con el propósito de obtener cantidades importantes de dinero que tendrían en su poder los presuntos compradores".

La víctima, que resultó herida, ha sido también condenada a un año de prisión por disparar a su vez contra uno de los agresores con un arma, aunque la Audiencia ha considerado que actuó en legítima defensa.

Los tres acusados, que fueron detenidos en enero de 2015, formaban parte de una banda cuyo cabecilla falleció en junio pasado. Este había "planificado y contactado" con personas que estaban interesadas en comprar droga, por lo que se "desplazaba personalmente en su vehículo por toda la geografía gallega" y daba instrucciones a los otros tres miembros de la banda, ahora condenados, según la sentencia.

En diciembre de 2014 la banda estableció contacto con su víctima y concertaron una cita en casa de este último en Corcubión, donde sus integrantes acudieron en un vehículo tras comprar gorros y guantes.

Una vez en el lugar, un miembro de la banda "se dirigió a la entrada de la vivienda, en la que mantuvo una conversación con la víctima, a la que dijo: "Dame todo lo que tienes'", señala la sentencia. "Como no accedió a tal pretensión", dos miembros de la banda, "con la intención de acabar con su vida o asumiendo que podían hacerlo, dispararon" sobre él, añade el fallo.

Uno lo hizo desde el vehículo en el que habían llegado al lugar y con un arma no identificada que no consta que alcanzase a la víctima, mientras que el otro le disparó a la altura de su abdomen haciéndolo con una pistola semiautomática.

La víctima, "ante el temor de que pudiese continuar el ataque", lo repelió con un disparo sobre uno de ellos con una pequeña pistola que llevaba en su chaqueta tipo llavero" de la que "no consta que esté prohibida o precise de autorización para su uso" y de la que "se deshizo instantes después". Tras el intercambio de disparos, los atacantes huyeron, siendo detenidos en enero de 2015.