Mi nombre es Guillermo y, debido a mi gran discapacidad, tuve que solicitar una ayuda individual a la Xunta de Galicia para poder contratar a una persona que me ayudara a realizar las tareas del hogar, ya que mi economía no me permite hacerme cargo de un gasto de esas características.

Por desgracia y aunque mi solicitud fue aprobada y tenía derecho a ella, no pude hacer uso del servicio que solicité, porque la carta que contenía la resolución del mismo llegó a mi domicilio en tiempo posterior al período final de la ayuda.

Debido a esta situación, ahora ya no puedo volver a solicitar subvención alguna, cuando realmente la necesito y tengo derecho a ella.

Me gustaría dejar constancia de la injusticia que se ha cometido conmigo, ya que probablemente no soy el único afectado por una situación semejante. Y es que no entiendo cómo la Administración Pública, que debería hacer lo posible por ayudar a aquellas personas que lo necesiten, puede cometer este tipo de errores y no hacer nada por remediarlos.