Hasta tres chiringuitos hay construidos en un pequeño radio de acción baionesa. Uno de madera destartalado debió ser en su tiempo oficina de turismo. Pendiente de derribo. Otro de cristal y funcionando edificado sobre un suelo que debiera ser playa y no chiringuitos. Y el último y más moderno, la futura oficina de turismo, o centro de interpretación. Este último está edificado sobre la Palma, zona donde no se debería levantar nada tras los acontecimientos tipo Vietnam que dio la Palma. Este terreno sobre el parking es el más infrautilizado de Baiona. No puede tener árboles. Es un enredo de caminos que llevan a la estatua del cazador que nadie transita. Ni siquiera los del botellón lo utilizan.

Luego tenemos unas pistas de cemento infrautilizadas con vistas al mar. No hay tanto aficionado al basket en Baiona. Más cemento con una pista de balonmano o futbito. En medio hay una explanada cubierta de piedras irregulares que no vale ni para jugar ni para pasear. Se puede decir que la urbanización de la Palma es un completo desastre. Y es un sitio bien chulo. Bien es cierto que el turismo es vital para la villa pero tres oficinas de turismo parecen muchas.