Excelentísimo señor alcalde de Vigo:

Me consta que le están llegando muchas peticiones para que no se ignore el sentido cristiano de la Navidad en la ciudad de Vigo. Entre ellas, la carta que yo misma le escribí hace unos días. Pero es que se me quedó en el tintero una cosa que no quería dejar de decirle.

Y es que -a ser posible y de cara a la cabalgata de Reyes-, solicite con tiempo que le manden a Vigo a los "auténticos". A Melchor, Gaspar y Baltasar; ¡a los de siempre! A los que escriben y conocen los niños. Melchor, el de la barba blanca; Gaspar, el de la barba más oscurita; y Baltasar, el negrito. Yo creo que Vigo bien se lo merece.

Lo digo por lo que pasó el año pasado en Madrid, que a la señora Carmena -supongo que porque era nueva- le mandaron a unos pajecillos de medio pelo, que los niños de Madrid ni reconocían. Casi no se atrevían a gritar para que les tirasen caramelos en la cabalgata: -¡Melchor, aquííí, aquííí?! Y más de uno habrá preguntado a su mamá: "Pero mamá, ¿tú a quién le enviaste mi carta?".

Ya digo que supongo que esto le pasó a la señora Carmena porque era nueva y con poca experiencia. Pero usted es un alcalde experimentado y podrá seguro aprovechar su prestigiazo de "alcalde más valorado de España", para evitar que le tomen el pelo de esa manera.

Perdone mi ironía. Me ha salido así, medio en broma medio en serio. Pero el tema tiene su importancia (en el sentido que le decía al principio). A veces, vaciamos frívolamente de sentido las cosas y caemos fácilmente en el ridículo.

Y si escucha mi sugerencia (y si no la escucha también), pues ¡muchas gracias! y ¡feliz Navidad y felices Reyes!