El pobre Mos malvive cruzado en varias piezas por la autovía das Rías Baixas. Se ve que esto no es de preocupación en su concello. Están más alterados por no pertenecer al área metropolitana.

La idea de la alcaldesa es pertenecer al ente sin tomar parte en ninguna decisión durante dos años y después marcharse. O sea no hacer nada.

Sorprende la curiosa memoria de la regidora al saber cuánto pagan un porriñés y un vigués por el transporte. Supongo que habría algún funcionario que hizo los cálculos. La alcaldesa, como el resto de regidores de su partido, hará lo que les dicten desde San Caetano.

Por cierto, si no recuerdo mal, Nidia llegó al bastón de mando echando a la mujer que había elegido el pueblo con una moción de censura en la que ayudó todo el mundo político.