El Tribunal Supremo confirmó la condena de un año de prisión y separación de servicio impuesta a un guardia civil por el Juzgado de lo Penal de Ferrol por un delito de atentado contra agentes de autoridad después de que éste forcejara y amenazara con "romper la cara" a dos policías que intentaron reducirle al comprobar que estaba de servicio y bajo los efectos del alcohol.

En esta semtencia se expone que los hechos sí supusieron un grave daño a los ciudadanos y la Administración. "Existe plena y proporcionada correlación entre el hecho motivador y la respuesta sancionadora", reza el fallo que añade que la proporcionalidad en este caso "no ha sido quebrantada" .