El 15% de los concellos gallegos está en la lista de los 500 más morosos de España, hemos leído hace unas semanas en FARO. Todos los concellos de Galicia tienen deudas, pues gastan más de lo que ingresan, además se ven incapacitados de aumentar sus ingresos por seguir trabajando como hace medio siglo. Para conseguirlo se ven obligados a subir los impuestos. Y esto es lo que hemos visto en el último año. Gracias a la subida de impuestos las arcas municipales aumentaron, pero al mismo tiempo disminuyeron, convirtiéndose en puferos, por su tardanza en pagar las facturas.

Se dice que a mejor economía mejores fiestas, pero hoy un préstamo o una hipoteca hacen milagros, sin olvidarnos del cambio de cifras de un año para otro o de omitir el balance a Hacienda.

En nuestra provincia Vilanova de Arousa, conocida como la tierra de Valle Inclán, de los Cambados y Duran-dos, una perla de Arousa ya desaparecida si pensamos en aquella gloria de su playa Las Sinas, las facturas no se pagan a los 30 días vista, primero tendrán que reposar en el cajón de los pufos unos 277 días, antes de ponerle el cuño de pagadas.

El verano pasado en sus fiestas, al pedir varias raciones de mejillones las tuve que pagar al momento, aquello de "Come y ya pagarás" se ha convertido en el "Trabaja y ya cobrarás". Nos damos cuenta que algunos concellos son más pobres que la sacristía de su iglesia parroquial. Hoy las iglesias se encuentran más vacías que nunca y los concellos también se están vaciando por la marcha de sus jóvenes, el envejecimiento y la demografía. Trabajar para buscar una solución aun no lo hemos visto.

Galicia está compuesta por un mosaico de 354 reinados locales, pero prefieren ser pobres y puferos a buscar el diálogo para prosperar y esta pudiera ser una fusión.