La propuesta de gobierno, hecha por Rajoy en el discurso de investidura, para los próximos cuatro años exige dejar a un lado las consignas partidistas y centrarse en las necesidades de los españoles.

Entre las prioridades del gobierno, que en gran medida recoge el pacto del PP con Ciudadanos, destaca la creación de empleo y la convocatoria del Pacto de Toledo para el sostenimiento del sistema público de pensiones. También un pacto nacional por la educación, un nuevo acuerdo de financiación autonómica y la lucha contra la corrupción y el buen funcionamiento de las instituciones.

Rajoy no ha olvidado un reto acuciante, la respuesta al desafío secesionista en Cataluña, para el que ha propuesto una negociación siempre y cuando se deje a un lado el referéndum. El cambio de las circunstancias en el PSOE ha hecho posible que Rajoy se muestre confiado en que la incertidumbre y la inestabilidad formen parte del pasado y que se inaugure una nueva e inédita etapa política.