Finalmente ha empezado la ofensiva militar para reconquistar Mosul, convertida desde hace dos años en la capital del Daesh. Se trata de una operación de vasta envergadura en la que intervienen por un lado 12 brigadas del ejército iraquí junto a 7.000 combatientes kurdos. E frente tienen a unos 4.500 terroristas suicidas del autoproclamado califato islámico, que ha convertido la emblemática ciudad en un laberinto de calles minadas y de subterráneos para huir de los bombardeos.

Los terroristas cuentan, además, con un millón de habitantes de la ciudad convertidos en rehenes, y han excavado en el centro de la misma una gigantesca piscina llena de petróleo para prenderle fuego en el momento de su huida.