Voy a saltarme las referencias a datos estadísticos e ir directamente al ejemplo real:Actualmente, yo me encuentro cursando un ciclo, un ciclo que oferta menos plazas de las que se demandan. Esto significa que muchas personas se quedan fuera. Tres de mis veintidós compañeros, tienen una capacidad intelectual manifiestamente inferior a la media. Sus dificultades de aprendizaje (a veces, podríamos hasta hablar de "imposibilidades de aprendizaje") son tales, que la única explicación de que hayan promocionado hasta este nivel es que sus anteriores profesores les concedieran el aprobado por compasión.

A finales de septiembre, hubo una baja, dejando una plaza libre. Plaza que fue ocupada por un nuevo compañero, el siguiente de la lista de solicitantes. Un chico que sí está cualificado para asumir la materia del curso y desempeñar la profesión correspondiente. Un chico que, mientras tres personas sin la suficiente competencia estaban aquí sentadas, permanecía en su casa, esperando una oportunidad para aprender lo que le gusta. Un chico que, de haber habido una reválida, habría sido él quien hubiera estado aquí desde el principio.

Tenemos una responsabilidad social: El que hoy es el sector estudiantil, mañana será el sector laboral. Son muchas las empresas que prefieren empleados baratos a empleados profesionales, y el precio que el empresario no paga, lo pagamos todos.