Susana Díaz, al pedir que el PSOE pase a la oposición, acaba de destapar una vez más, como Felipe González, Guerra y otras cabezas y cabecillas del PSOE, lo que es su negocio: perpetuar el bipartidismo, dejando que remate su funesta faena Rajoy. Negocio ruinoso para España y también para el PSOE, porque si en algo coinciden los expertos es que esa decisión sería la última vez que podría hacerla el PSOE como partido principal de la "oposición", por lo que calificar al PSOE de tal o es irónico o bien tenerle por un descerebrado suicida, impulsado a serlo por quienes pretenden ocupar su jefatura.