Le escribo para que sepa lo que está pasando en el Hospital Meixoeiro de Vigo y para manifestarle, en nombre propio y en el de tantas familias afectadas por los recortes en la sanidad pública gallega, nuestra profunda indignación. Es lamentable y vergonzoso lo que sufren los enfermos ingresados en este centro y lo peor es que son personas que después de haber cotizado durante toda una vida, ahora se ven mal atendidos "por falta de medios humanos". Mi padre, de 96 años de edad, fue trasladado de urgencia al Hospital Álvaro Cunqueiro el 18/08/2016. Entró en los boxes a medianoche y le trasladaron a la 5ª planta del Meixoeiro a las 07:00 horas, sin previo aviso. Allí, le diagnosticaron una hepatitis medicamentosa, que guardaba relación con un ingreso previo en el mismo centro, donde le administraron Amoxicilina con Ácido Claburónico. Desde su ingreso, comenzó a empeorar. Llegó despierto y tras pasar cuatro días sedado, sin poder comer por su mano ni moverse por su pie, sin suero ni alimento alguno, presentó un evidente declive (pérdida de peso, deshidratación, sequedad bucal, llagas, desorientación y empeoramiento de su estado de ánimo). Nos tocó padecer, además, elevadas temperaturas (34º en la habitación), algo insólito.

En una ronda rutinaria, las enfermeras observaron que mi padre tenía mala saturación y presentaba fatiga respiratoria y llamaron al médico de guardia, pero había uno solo para varias plantas. Cuando vino, le diagnosticó neumonía por aspiración. La situación derivó en candidiasis, que continuó empeorando su estado, produciendo enorme desasosiego en el paciente y en su familia. Quiero que sepa que tampoco había personal suficiente para acompañarlo al baño o cambiarlo de postura para que no le salieran llagas. Estuvo tres días sin poder ir a defecar, con tremendos dolores y sin atenderlo. Nos sugirieron, para mitigar la necesidad fisiológica, un sedante.

Tampoco tenían prescripción facultativa para ponerle un enema o una cuña. Pensamos que la falta de personal, la escasa comunicación médico-personal-enfermo y los escasos medios derivaron en esta grave situación.

Entendemos que hubo fuertes negligencias en todo el proceso que hicieron mella en su salud. Por mi padre y por todos los pacientes que soportan este gran déficit, creo que es necesario poner esta situación en conocimiento de la opinión pública.