Fidel Castro es el dictador más viejo de la Tierra y cumplió hace un par de semanas los 90 años. El rancho donde se crió se ha convertido en un lugar de peregrinación turística y con un relato histórico puesto en bandeja, tratan de darle a la revolución cubana un valor parecido al de la colonización española. Siempre recuerdan la nostalgia de la revolución gloriosa del pasado, para engañar a los ciudadanos.

En nuestro país el socialista Pedro Sanchez, fue elegido para derrocar al popular Rajoy. Su política agresiva e insultante no le dio resultado, además ha encajado dos derrotas consecutivas. Este político no ha aportado nada a su partido. También utiliza la Memoria Historica, para extender aquella guerra civil, hasta nuestros días. Si fuese un entrenador de futbol, ya estaría en la calle.

Pablo Iglesias el de Podemos, parecía el Mesías, pero su careta se ha descubierto. Quiere sacrificar al pueblo español por un sueño comunista, para no perder la identidad española que se encuentra amenazada por la globalización y neoliberalismo.

El BNG siempre lleva en su cartera la literatura gallega, de los ilustres Castelao y Rosalía de Castro entre otros, para reivindicar su existencia política. Los partidos pequeños, como IU o En Marea se enganchan a otros, para no perder el tren que los lleve al Congreso y poder participar en la comedia política.

El popular Mariano Rajoy parece que es la víctima, pero los recortes y reformas que no quiso hacer el señor Zapatero, los tuvo que hacer nuestro paisano y podemos decir, que sacó a España de la crisis. En su partido vemos una falta de comunicación y parece que practican una política oculta, pero son claros, cuando defienden la unidad española; la mayoría de los partidos vascos y catalanes buscan su protagonismo en la independencia.

Entre Fidel Castro y nuestros políticos actuales no vemos gran diferencia, la nostalgia, ideologías y populismos es lo que más se lleva.