Llevo 4 años en Vigo, llevaré 7 años viviendo el roce de la exclusión social, no veo que la vara de medir sea la misma para unos que para otros. A nosotros nos piden que justifiquemos las ayudas sociales. Pero qué pasa con las asociaciones.

Hay una asociación, esa que está en la calle Brasil y el comedor social está en Teis. Experimentan con los indigentes. Hace unos meses nos dieron de comer sopa con leche. El último día que fui, rascaban las potas y servían ese arroz. Pero, claro, como somos indigentes tenemos que aguantar todo. Fui voluntario de ese mismo comedor del que hablo pestes, en menos de un año de servir 150 comensales, en la actualidad no llegan a 90, pero, claro, los indigentes no tenemos derecho a protestar.

Y, por supuesto, su Audi aparcado en la puerta del comedor, porque hay que aparentar que somos más de lo que somos. A nosotros nos exigen y cuando protestamos nadie nos hace caso. En una sociedad justa nos ayudarían.