Hace años ,en la fiesta del pueblo, la banda de música ofrecía sus conciertos en la plaza principal. Los músicos sentados en sillas plegables de madera formaban un círculo para ver más fácilmente el palillo del dirigente. Sus notas llenaban la plaza y atraían muchísimos espectadores.

En Galicia tenemos buenos músicos y muchas bandas. Algunas hasta son campeonas del mundo en su categoría, como la de Lalín y Meaño. En la plaza del pueblo, aquellos conciertos han desaparecido y hoy son sustituidos por una sesión vermú Los músicos de pie en formación militar con apenas visión para el palillo, ofrecen un concierto licht. ¿Será por razones económicas?

El vermú también ha cambiado, aquellos Martini o Cinzano acompañados de la botella ancha del sifón se ven muy poco, pues en el mercado tenemos gran variedad de vermús que se toman con hielo para degustar su sabor.

Tenemos buenos músicos, algunos se forman en el extranjero y también buenos dirigentes, algunos proceden de fuera de nuestras fronteras. Tenemos buenos vermús de botellas muy atractivas, pero una sesión vermú amenizada por la banda sabe a muy poco.

Nuestros músicos se merecen mejor respeto, pero para ello, los conciertos con las sillas plegables, tendrán que volver a la plaza del pueblo.