Veo con estupor cómo muchas personas portan colgados crucifijos, medallas, escapularios, amuletos, imágenes... y aseguro que bastantes no se paran a pesar lo que esto significa: un símbolo de Jesús, la Virgen, santos, la pasión... y digo esto porque se supone que por este hecho, que son cristianos y se espera de ellos una devoción, asunción, animosidad, amistad, tolerancia, caridad, despreocupación, alegría, desprendimiento... y observamos que no es así. Todo lo contrario sino una oposición o antagonismo.

Vistas así las cosas, parece cual ignorancia gratuita que nos "acojona" y que la inmensa mayoría dotada de imbecilidad que los hacen y transforma en cuasi cosas, para nuestra desgracia.

Por lo contrario en muchos evoca con esta actitud una forma de ver la vida, sin apasionamiento merecedor de una entrega interesada, siendo buenas personas dignas de admiración pues son las apropiadas y respetuosas y con un gran corazón.

Todo esto sería baladí si no fuera patente por mí y otra gente que en vilo de lo dicho no se percibieran como yo, y es que "dime de qué presumes y te diré de qué careces".

La generosidad es género grandioso de unos pocos que generan gestos gratificantes dignas de tener en cuenta, y hago ver lo dicho, aún que no lo sometí a nadie ni se me ocurrió, si no que es una reflexión largamente pensada y mana ahora como ser de esencia divina.