Impotencia, rabia, tristeza, ira... cuando se nos agotan las palabras para calificar lo que vivimos, habría que buscar soluciones.

Si dijera que es fácil, sería un estúpido, pero algo habrá que hacer.

Creo que según la legislación vigente hasta seis años sería la pena máxima para los culpables. No, me niego, los que queman el fuego son asesinos, eso sí, imbéciles, necios, descerebrados, pero asesinos al fin. ¿Quién puede asegurar que a causa del fuego no puedan morir personas? Desde las personas que trabajan contra el fuego, poniendo en grave riesgo sus vidas, hasta enfermos respiratorios crónicos que el humo pueda resultarles fatal, o simples inocentes que les sorprendió la tragedia. ¿Seis años máximo? Creo que habría que replantearse una reforma del Código Penal.

Cuando el monte se quema, algo tuyo se quema. Decían antes, y es verdad, especialmente para los dueños del monte, en algunos casos los comuneros, algo tendrán que decir o hacer, les están quemando su propiedad. Creo que deberían implicarse más en la vigilancia del monte y en la identificación de los posibles culpables.

Las autoridades estatales o locales, que no se ocupan de limpiar el monte ni de dotar de fondos para la extinción, seguramente porque esto no da votos.Creo que menos cámaras en la carretera para sancionar y recaudar y más cámaras en el monte para vigilar, amén del uso de drones y otras técnicas como medios de vigilancia.

Yo, pobre de mí, no tengo acceso a las autoridades políticas, jurídicas...., pero, con estas humildes líneas pretendo que, entre todos, difundamos este S.O.S.

El monte es nuestra vida actual y la futura de nuestros hijos.