Hace unos días se celebró en Pontevedra la Gladiator Race, una prueba de obstáculos que congregó a más de 2.600 participantes. Este evento, además de ser una carrera de obstáculos, tiene unos prismas diferentes respecto a la incorporación del deporte en nuestros hábitos, a levantar a la gente del sofá, a inspirar, a hacernos sentir como niños de nuevo, a algo tan difícil hoy en día como sonreír, a introducirnos en una cultura y una actitud lejana en el tiempo pero cercana en espíritu.

Desde hace dos años que desarrollamos la idea y patentamos la marca, el tema educativo, el enfoque a las familias con las carreras para los niños, el cambio al paradigma femenino (más del 40% de los participantes son mujeres versus un 15% en otros eventos deportivos) sería la base del proyecto, intentando transmitir una serie de valores diferentes a cualquier evento deportivo. Reto innovador fue ver a padres e hijos competir en la misma prueba, superando los mismos obstáculos, ayudándose entre ellos a no equivocarse ni caerse, mantener el equilibrio en situaciones difíciles y seguir adelante... Y es que preparar una carrera de obstáculos requiere ser capaz de rendir en fatiga, ser capaz de dar un poquito más cuando crees que ya no puedes. Prepararse este tipo de carreras puede hacerse solo, pero es mucho más interesante y más satisfactorio hacerlo en equipo. Prepararse una carrera de obstáculos requiere tener un equilibro de fuerza, resistencia, velocidad y habilidad. Si no, te encuentras gente muy fuerte sin poder dar un paso más, o gente muy resistente desde un punto de vista aeróbico que no puede pasar ni un obstáculo.

Al final, lanzarte a una prueba de este tipo es como la vida misma, más vale que te prepares porque si no vas a sufrir. No sabes lo que te viene pero lo afrontas con optimismo y con fuerza. Más vale que estés concienciado mentalmente de que a veces vienen obstáculos porque esto no es un camino de rosas, que tengas un equilibrio, una constancia. Te vas a caer, te vas a mojar, te vas a hacer alguna herida, pero la clave es que te vas a levantar y vas a seguir adelante. Llegará algún momento que no podrás superar el siguiente reto, pero encontrarás a alguien que estará dispuesto a ayudarte. Es cuestión de compromiso y determinación.

¡¡Nos vemos el próximo año!!