El joven de 16 años, acusado de matar a su padre y descuartizar su cuerpo con una sierra mecánica, ha confesado que la discusión con su progenitor se inició porque éste le sorprendió con una piedra de hachís y se enfureció. Un equipo de buzos encontró el pasado martes los restos mortales de la víctima, de 37 años, escondidos en una maleta que flotaban en la playa de Valleseco, en Santa Cruz de Tenerife. El menor pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, tras confesar que fue él autor del crimen. Según los primeros análisis forenses, el chaval, de origen brasileño, golpeó a su padre en la cabeza con un martillo y le clavó después un cuchillo en el pecho, cuando ya estaba sin consciencia.

El caso comenzó el pasado martes cuando fueron halladas en el mar las dos maletas con el cuerpo de la víctima.