Sobre el recién aprobado anteproyecto de ley de protección animal, ¿para qué tanto problema con el recorte de orejas y rabo en perros? ¿Sabían ustedes que los sabuesos con orejas largas colgantes con campanas o cencerros colgados del cuello del perro, cuando el animal corre las orejas le suben y bajan entrándole el sonido campanero por el pabellón auditivo con lo que el animal "loquea"? Pero como no se quejan, nadie sabe si les duele la cadena timpánica o el mismo cerebro, pobres animales. Eso no es maltrato. ¿Qué dice a esto el Colegio de Veterinarios? ¿Y los perros de combate, los de raza de presa y sus cruces, los potencialmente peligrosos empleados en la caza para atacar a los jabalíes, para combatir a muerte con ellos en su encame en el interior de las manchas, que cuando los jabalíes son pequeñitos los destrozan con su potente boca (portan una dentadura que parecen caimanes), aunque también reciben a menudo colmilladas de jabalíes adultos? Ver estos combates es un auténtico espectáculo con mucha sangre. Se le podría titular "carne de cañón". ¿Qué dice el Colegio de Veterinarios sobre esto? ¿Es maltrato o no?

¿Qué les parece a los parlamentarios políticos, administraciones y otros? ¿Qué dicen de estos perros, qué son pendencieros, tenaces, que combaten hasta la muerte con los jabalíes, hacen una presa que no sueltan, cuanto más sabor a sangre en la boca más aprietan? ¿Y que estos perros puedan estar en manos de cazadores, sueltos por el monte, caminos, viales, etc., mientras quien no sea cazador y tenga uno de estos perros está obligado a llevarlo con correa de tramo corto y bozal? "Cosas de la igualdad". Faltaría más.

Ahora entiendo por qué algunos cazadores reclaman a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza que los perros de caza no estén en el grupo de los perros de compañía sino en el de los toros. ¿Será por lo peligrosos? Estos perros y sus cruces potencialmente peligrosos que según los cazadores se emplean única y exclusivamente para la caza queda demostrado que no se socializan lo suficiente y el día menos pensado puede haber una carnicería en el monte, pues hay ciclistas, seteros, jinetes, abuelos, padres, niños e incluso bebés. Si socializarlos es colgarles campanas a los perros o darles corriente en el cuello o echarles a pelear con los jabalíes, que baje Dios y lo diga, porque la inmensa mayoría afirmamos que eso es maltrato puro y duro.

Estamos todos esperando una ley de protección e benestar animal para Galicia, una ley justa que no permita el maltrato a los perros de caza. Sin sorpresas, pues últimamente con sorpresas nos levantamos todos los días. ¿Verdad que sí?