La insistencia de Albert Rivera en que gobernará solo con los partidos constitucionalistas que apuestan por la unidad de España, nuestra inserción en Europa y el actual modelo económico es ciertamente loable.

Pero esa lógica implica una visión crítica respecto a la ambigüedad de alguno de estos partidos (el PSOE). Ciudadanos debe clarificar también su postura sobre la libertad de educación y sobre algunas políticas sociales de corte radical que le alejarían del centro.