La vida es una basura; no hay justicia en el mundo? Y así hasta una infinidad de frases hechas que describen el infortunio que nos persigue debido a las acciones de otros. Por desgracia, porque si así fuese, sería lamentable reconocer nuestra sumisión. Pero es mucho más lamentable constatar que el mundo; la vida en sí misma depende de nuestras decisiones y la mayor parte de nuestras "no decisiones". Aunque cuando las fuerzas para moldear nuestro entorno bajo nuestra perspectiva nos asaltan, a nuestra memoria viene otra sentencia típica: "yo solo no puedo cambiar nada". Posiblemente pueda ser cierto, salvo en un momento, uno en el que reside la esencia de la democracia, uno en el que únicamente hay que depositar un voto en urna. No habrá posibilidad de alegar desencanto en los políticos, no habrá posibilidad de alegar que hacía un día de playa, que la noche se alargó más de lo esperado. No, porque durante cuatro años todos los que no han podido votar todavía o nunca podrá votar, sí podrán decir "qué basura de vida le hemos dejado" por no ejercer nuestro derecho, pero sobre todo nuestra obligación con nosotros mismos, con los demás.