Al tiempo que se reunía en Ginebra, por enésima vez, la llamada "conferencia de paz" sobre Siria, en Bruselas se esperaba la reunión de cuatro países europeos más los Estados Unidos para examinar la situación en Libia, donde se anunciaba la formación de un gobierno de unión nacional. Siria y Libia representan para el mundo occidental una amenaza común porque en ambos países, sumidos en sendas guerras civiles desde hace cinco años, ha echado raíces el llamado Estado Islámico. Aunque existen grandes diferencias entre ambos casos, parece cada vez más evidente que del futuro de Siria puede depender el de Libia. El consejo presidencial libio ha proclamado la formación de un gobierno de coalición que, en seguida, ha sido respaldado por Estados Unidos y los principales países europeos, aunque existan muchas dudas sobre su efectividad.

De momento, es preciso que se reúna el Parlamento para refrendar el acuerdo de coalición, sometido a muchas amenazas. De Siria a Libia, la misma amenaza, la misma esperanza.