"Cómo ser mayor con la mentalidad de un joven". Una profunda pero alegre y fresca conferencia de Leopoldo Abadía, el pasado viernes, en el Club FARO. Y también muy buen artículo el del decano del día siguiente, con muchos detalles de dicha charla, resaltando algunas claves para permanecer siempre con una buena actitud ante la vida. Pero quizás el clímax llegó con la última pregunta del público, ya fuera de tiempo: la de un señor que estaba a mi lado, de barba, y, como él dijo, "quinto" de Leopoldo (que nacieron el mismo año), le preguntó si esa filosofía la había tenido siempre, desde sus 23 o sus 18 años...

Desde luego que fue una interesantísima pregunta, porque llegar a las conclusiones que expuso Leopoldo parece que requieren muchos años y experiencias... De hecho, le requirió unos segundos el ordenar las ideas para contestar y, al final, se extendió unos cinco minutos más sobre ese particular. Y si bien comentó que lo que sucede en la vida nos aporta cuando nos quedamos con lo positivo (Tierno Galván, Elizabeth Taylor...) también es cierto que la buena educación (sus padres) y el sentido común (por ejemplo en la economía) son valores importantes prescindiendo de la edad. Y eso es, precisamente, lo que siempre le he oído decir a mi madre: "Sentidiño...", y además dicho con la boca de un espíritu joven, justo la filosofía de la que nos vino a hablar Leopoldo desde unos 500 km. de distancia. Así que a veces tenemos los mayores filósofos a nuestro lado... y hasta a los mejores periodistas, sin darnos cuenta... Y esto último lo cito por el señor de barba que mencioné antes, que es el que me dio el apellido y algo más.

Apreciado Leopoldo, mira por dónde, a veces el tema de una conferencia puede darnos otra visión totalmente diferente de la pretensión del conferenciante... y a cada cual, mejor. ¡Lo que es la vida! Por ello, ¡dobles gracias!