Resulta sorprendente que la decisión de Carolina Bescansa de acudir con su bebé de 6 meses al Congreso de los Diputados haya desatado semejante atención mediática. Y más llamativa aún resulta la opinión generalizada al respecto, de políticos y periodistas, de que el bebé estaría mejor en una guardería. Bescansa, con su decisión, apoya a las mujeres trabajadoras que reivindicamos una mejor conciliación de la vida laboral y familiar.

Tal vez sea necesario recordar que estamos a años luz de otros países de nuestro entorno, como Alemania o Suecia donde el permiso por maternidad y paternidad se extiende hasta los 16 meses con un 80% del salario.

También será igualmente necesario recordar que la OMS aconseja la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé, y ésta se hace a demanda; por lo que es inasumible cuando la madre finaliza el período de baja de 16 semanas, y deja a su bebé en una guardería para acudir a su puesto de trabajo. Como madre trabajadora de dos niños, uno de ellos lactante, yo sí entiendo y comparto la decisión de Bescansa, y me alegro de que haya llegado al Congreso sin perjuicios arcaicos sobre la lactancia materna y su necesaria conciliación con el desempeño profesional.