Me cuenta un amigo la conversación que junto a su mujer han mantenido con su ginecóloga. Van a ser padres en unos días de su tercer hijo. "Hay posibilidades de que el parto sea por cesárea. En ese caso -dice la médico- es fácil hacer la ligadura de trompas. Ni te enteras. Aunque no es obligatorio, claro". Dijo al final viendo la cara de mi amigo. Y se fue. Cita para la semana que viene.

¿Por qué quieren quitar a esa mujer lo que es tan grande y exclusivo de la feminidad, lo que le puede seguir haciendo feliz, lo que le puede seguir realizando junto a su trabajo profesional?¿Por qué si nuestro problema es la natalidad favorecen la infecundidad?¿Por qué sin embargo no les informan de las ayudas a las familias?¿Por qué?

Nos lo preguntamos y no nos contestamos. Brindamos por su mujer, por su tercer hijo, por los que vengan y denunciamos esa práctica por incoherente, sucia y tentadora.