Venezuela tiene derecho al futuro y alguien tiene el deber de levantar la voz en defensa de los venezolanos, ya que el chavismo lo ha dejado claro: si se pierden las elecciones habrá autogolpe y lucha en las calles. Está claro que la oposición ha dado muestras de resistencia a prueba de bomba. El problema es si habrá alguien capaz de cortar el paso a Maduro y evitar que se cumpla el peor de los pronósticos.

¿Qué harían, si eso sucediese, los observadores internacionales, la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos? ¿Existe un plan B para Venezuela? ¿Va a permitirse que la situación se radicalice más? La prudencia de las horas previas no está reñida con la firmeza de las intenciones. El argentino Macri ha hablado claro: ¿nadie más piensa atreverse?