Viernes 13 de noviembre, aparentemente un día más en el calendario. Viernes 13 de noviembre a las 21.20h. Deja de ser un día más para convertirse en el peor día de la vida de 129 personas. Tan malo que incluso no podrán contarlo. 129 personas que no volverán a ver la luz del día. Que se despertaron por la mañana, y no se volverán dormir. Que lo último que vieron fue la cara de sus asesinos, y no volverán a ver. Que lo último que oyeron fueron las bombas que acabaron con sus vidas, y no volverán a oír. 129 personas que se encontraban en el lugar y en el momento erróneo. Esta vez ha sido en París, Francia. Aunque al fin y al cabo, ¿qué importa el lugar si una muerte es una muerte aquí y en la otra punta del planeta?

Una cadena de tiroteos y explosiones en los distritos décimo y undécimo de la ciudad fueron los culpables de tal barbarie, un atentado yihadista que llevó a Hollande a anunciar el estado de emergencia, la movilización del ejército y el cierre de fronteras.

Además, contado en voz baja, sabemos que Francia bombardeó, como respuesta, un campamento y varias posiciones del Estado Islámico cerca de la localidad siria de Raqqa. ¿Cuántos inocentes perdieron allí la vida?, ¿cuántas personas sin culpa no volverán a ver la luz del día?, ¿cuántas se habrán despertado por la mañana, y no se volverán dormir?, ¿cuántas estaban en el lugar y el momento erróneo? ¿cuántas? Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego.