El gran proyecto político de Feijóo, que fue el nuevo hospital de Vigo, se ha puesto a funcionar con improvisación total y escasez de recursos humanos y técnicos: Se abrió cardiología sin desfibrilador, en UCI máquinas nuevas sin formar al personal, el servicio de Hematología decidió trasladar trasplantes a Santiago en vista de lo que apreciaron. Se dispone de12 salas de ecografías pero solo en dos entra una cama. ¡Es ridículo! Que me expliquen por qué en un mes de andadura han dimitido cargos de Urgencias, supervisoras de planta, etc. Urgencias es caótico por la organización, distribución y las distancias que hay que movilizar a los pacientes. Se gestiona un hospital de semejante envergadura sin tener en cuenta el criterio de los profesionales que conocen los procedimientos y se deja en manos de una concesionaria privada. Se ha recortado personal sanitario. Una enfermera tiene que atender actualmente 20 pacientes y varios de ellos aislados. Es imposible. Se caen techos, no hay lavabos suficientes para los equipos quirúrgicos, se rompen cañerías, faltan medicinas, dietas incomestibles congeladas o quemadas y escasísimas. Que alguien averigue qué ocultos intereses conectan Unión Temporal de Empresas liderada por Acciona con 20 años de contrato a altos cargos de Xunta. Que alguien me explique por qué se anulan intervenciones por no haber material limpio y esterilizado. En qué mente privilegiada se puede concebir un hospital sin laboratorio, sin esterilización, con productos tóxicos sin ventilación. Solo resaltar un sentido y profundo homenaje a los tan denostados profesionales de Enfermería porque están dando todo lo que humanamente pueden para suplir tantas carencias. ¡Vigo no se merece esto! Por todos los santos.