Lo he leído, naturalmente, en FARO DE VIGO, con un titular muy expresivo, Arrabal: "Yo intenté matar a Franco". Una vestimenta estrafalaria y dos pares de gafas, unas de sol sobre la frente y las otras se supone que graduadas, según nos las colocamos los que la necesitamos. Una boutade, que Fernando Arrabal es de esos hombres, escasos por fortuna, que vive equidistante entre la creación y el escándalo? Se define en la película que rueda, "Arrabal el genio y la locura".

En hombre, nuestro Paris Hilton rica en hoteles, aunque seguro que don Fernando no es solo mucho más pobre que Amancio Ortega, Forbes dixit: El "primero entre los ricos". También tiene menos dinerito que la Hilton. Nuestro compatriota, residente en París, muy viajado ahora por Praga, Albacete o Jerusalén -escenarios de su película- solo se puede comparar con la caprichosa Hilton en las astracanadas, la bolsa sona en Barcelona, pero lo hace en el bolsillo de Hermes de la señorita mona que hace de todo como modelo-actriz o lo que sea, pero nada lo hace bien, excepto los excesos, incluida la variedad de acompañantes.

Si hemos de ser sinceros, el gabacho Arrabal -lleva décadas al pie de la Torre Eiffel- tiene buena cabeza, viene haciendo una obra vanguardista con bastantes clientes en varios países, y luego otras cosas, como su patética carta a Franco, el mismo al que ahora dice que quiso matar y en lo tocante a mí, el propósito era secreto hasta hace bien poco.

Recuerdo a este personaje hace muchos años en una televisión española, donde armó tal bulla que no le alcanzaba ni aquello tan estridente pero a la vez razonable: "Yo vengo a hablar de mi libro".

No sé, en el contador del pequeño Arrabal, si hay mas escándalos que obras de teatro, guiones de cine, artículos y muchas creaciones más. Pero comprendo al genio loco: aquí son pocos los que aparecen con amplitud en la tele si no han hecho una boutade. Recuerden al difunto Jaime, el hermano de la reina Fabiola, acosado por algunos periodistas, mientras Francisco Ayala, casi desconocido del gran público porque no se prestó a hacer un programa que incluyera un baile con María Teresa Campos.