Los vigueses llevamos años y años viendo cómo los políticos de la Xunta y del Gobierno central tienen abandonada y olvidada (a propósito, claro) la primera ciudad de Galicia y su área metropolitana.

Aunque esto no es nada nuevo, ahora la Xunta ya ni siquiera intenta disimularlo. Para mayor vergüenza, algunos de nuestros gobernantes -y creo que todos sabemos quiénes- aún tienen el valor de decir que son vigueses y de venir a votar aquí para sacarse la foto.

Construir o modernizar algo en Vigo parece misión imposible. Pensemos en el estadio de Balaídos, la estación intermodal de Urzáiz, la reforma del puente de Rande, el corredor de O Morrazo... Recordemos también el asunto del AVE a Madrid dando el rodeo por Santiago, el vergonzoso intento de dejarnos sin partido judicial propio, el poco interés de algunos políticos en declarar Vigo puerto nodal europeo... Tampoco podemos olvidarnos del tema de los aeropuertos, ni de cómo nos quitaron nuestra caja de ahorros, que, por cierto, era la solvente de Galicia.

La última broma, porque no tiene otro nombre, es lo del nuevo hospital. Apuesto a que no se hubieran atrevido a llevar a cabo este tipo de experimento en otro punto de Galicia.

Creo que sería interesante para la sociedad saber a qué políticos pertenecen, directa o indirectamente, las empresas que están haciendo su agosto con este hospital prácticamente privado, qué intereses hay de por medio y quiénes se están llenando los bolsillos.

Y los vigueses, ¿cuánto tiempo más vamos a seguir aguantando que nos tomen el pelo de esta manera?