En estos momentos, y sin duda con inquietud, estamos viviendo en el país tensiones políticas de gran calado, cuyo futuro incierto podría significar el fin de la unidad nacional. Observamos a los políticos dando palos de ciego, pero sin abordar de una vez el problema de forma adecuada. Hoy es Cataluña y no dejo de intuir que en próximas fechas su ejemplo podría contagiarse a otras autonomías, o lo que es igual, que en lugar de eliminación de fronteras, aumento de las mismas, llevando consigo más empobrecimiento al ciudadano e instituciones. A mi modo de entender, está en los políticos estudiar la fórmulas para poner fin a estas tendencias, obrando todos ellos con la debida altitud de miras para que los ciudadanos podamos sentirnos orgullosos, poniendo fin a los sueños independentistas que fomentan los "salva patrias", partiendo de todas las nacionalidades que forman la península, y desde siglos ligadas entre sí, a través de la historia, religión y costumbres, y cuyos idiomas nuncan han sido barrera de un fluido entendimiento.

A quien o quienes corresponda, y sin mayor dilación, pónganse manos a la obra de este ambicioso proyecto, que en su día plasmó el afamado escritor con la creación de una "Unión Ibérica", lo que sin duda resultaría decisivo para tranquilidad y bienestar de sus ciudadanos que anhelan la realidad de este sueño, todos juntos a por la "Unión Ibérica". ¡Ya!