Existe la tendencia europea en valorar los hechos históricos como bienes de interés cultural. Pues bien, el centro histórico de la villa del Louro tiene de peculiar que no se ciñe al clásico casco urbano de construcciones apiñadas, sino a trazado abierto, desde el barrio de San Sebastián al de Las Angustias, primitiva Vía Romana XIX del itinerario de Antonino y Camino Portugués a Compostela.

Por su ubicación estratégica se convirtió en villa y cruce de caminos del interior a la costa, por donde pasaban los arrieros de Castilla y gente de la maragatería de Astorga (del latín "mercator"), dedicada al transporte de tracción animal, antes de la llegada del ferrocarril. Aún se conserva, en la rotonda de La Jerezana, el nombre de "La Central", lugar de parada y fonda y estación del tranvía y de los autobuses de línea.

A los flancos de este camino radial están las construcciones históricas, casas de finales del XIX y principios del XX levantadas por una emergente burguesía de profesionales liberales, del comercio o venidos de la emigración, que hacen de la arquitectura su marca de distinción: Cuidada cantería granítica y detalles ornamentales, influidos por el Arquitecto Antonio Palacios y teniendo como referencia la ciudad de Vigo. También sus monumentos singulares, Iglesia Parroquial y el emblemático Concello, Fuente del Cristo y la Botica Nova de Palacios.

Esta arquitectura histórica se vio alterada en los últimos años por nuevas construcciones y grandes estructuras de hormigón, aunque no faltan ejemplos de rehabilitación, como recientemente Casa Miranda, con su fachada original de paños cubiertos por azulejo y balcón mirador de hierro, de la fundición Fernández de Lema.

En la clave del arco central destacan las siglas SM, Santiago Miranda, industrial de origen castellano, con tienda de coloniales y ultramarinos, aserradero de madera y molinera eléctrica, establecido en Porriño con su esposa Consolación desde 1898. Aquí nacieron diez de sus doce hijos y fueron muy conocidos Dª Agripina, maestra nacional y Nicanor Miranda "Meana", célebre futbolista del club "Adelanto" de Porriño en los años 20.

Es un edificio tipo de la arquitectura porriñesa y último testigo en este tramo, desaparecida la mansión y los versallescos jardines del Conde de Ramiranes, que da nombre a la calle.