Recientemente volví, después de muchos años a la "Mi leal villa del Rosal", mi pueblo, así que mi primera visita allí fue al cementerio, la villa de los cipreses que porque continuamente están mirando al cielo invitan al recuerdo, al pensamiento y a la oración? Después me acerqué a la preciosa plaza de mis juegos infantiles,y allí recordé cuando siendo muy pequeña y de la mano de mis padres, vi caer uno de los viejos alcornoques, y el grito que yo di, alarmó a los presentes que me rodearon asustados. Yo empecé a llorar por un gran dolor de barriga, esto era lo que yo sentía y por lo que me llevaron enseguida a casa, donde mi madre me metió en la cama con una manzanilla; pero llorando a gritos, así me quedé dormida; pero el dolor de barriga con la llorera correspondiente se repetía cada día mientras los troncos de los viejos árboles estuvieron en la plaza y yo pasaba por allí y los veía, así que a pesar de la belleza actual de la plaza, mi añoranza aún revive la emoción de entonces. También estuve recreándome en la contemplación de la bella iglesia, que su majestuosidad no previene de que sea una obra del siglo XII y XIII y en ella se mezcle lo románico con lo gótico o barroco sin que su imponente presencia en la plaza, emociona porque trasciende al tiempo y la historia y por ella sola ya invita a la reflexión? No sé si volveré al Rosal; pero sea como sea estarás en mi corazón.