Tengo 11 años y no entiendo de política, ni de subvenciones. A mi edad, no debo preocuparme por esas cosas, por lo menos eso pensaba yo, durante los dos años en los que he tenido la suerte de disfrutar aprendiendo música en la que yo creía la Escuela de Gaitas y Percusión de la Diputación de Pontevedra.

Un lujo, la verdad, poder aprender de profesores que viven y siente la música gallega, de una manera amena y entretenida.

De repente, a un mes de empezar mi tercer curso en la Escuela, me entero de que la Diputación decide no subvencionarla, dejándonos sin educación musical y a nuestros maestros sin trabajo.

No nos dan opciones, bueno sí, nos dan una, que los ayuntamientos en los que está la Escuela decidan subvencionarla, pero para ello, deben al menos recibirnos y escuchar la propuesta que les hacen desde la dirección.

Lo triste, es que ahora la Diputación se desentiende de nosotros. Mi matrícula dice Escuela Gaita y Percusión de la Diputación de Pontevedra, el recibo de pago, la camiseta negra que tengo que llevar a la clausura del curso, los políticos que hasta ahora estaban en la apertura y fin de curso, también lo afirmaban. Los diplomas que nos entregaban y los besos que hasta ahora la Sra. Marta Iglesias nos daba.

Espero que alguien nos ayude y apoye, de lo contrario en el mes de octubre no podremos empezar nuestras clases.

Por si por desgracia se acaba, voy a aprovechar la oportunidad para desearos suerte a todos los que habéis hecho posible estos años de aprendizaje con vosotros, que nos volvamos a encontrar pronto.

A los que no nos han apoyado y nos han dejado tirados, pues como estoy bien educado..., para no desearos suerte, mejor no os deseo nada.