El próximo 9 de agosto se cumplirá el centenario del tranvía en Vigo. En esa fecha de 1914 echaban a andar los primeros tranvías eléctricos de la ciudad entre la curiosidad y el entusiasmo de los vigueses. El tranvía contribuyó a expandir y comunicar los diferentes barrios vigueses con el centro de la ciudad e incluso se instalaron do líneas suburbanas a Porriño y Baiona. Vigo tuvo la red tranviaria más grande e importante de Galicia con 98 vehículos y diversos modelos de tranvías. Hasta que en 1968 un alcalde llamado Rafael Portanet los suprimió por una serie de oscuros intereses económicos. El 31 de diciembre de ese mismo año los tranvías vigueses entraron en las cocheras y no volvieron jamás, quedando convertidos en chatarra.

El 1 de enero de 1969, el mismo alcalde inauguraba 120 autobuses de aquellos que echaban el humo negro y olían a gasoil que apestaban, aumentando el nivel de contaminación en Vigo.

Lo que había que haber hecho era reforzar la flota de tranvías clásicos con la llegada de tranvías más modernos e instalar vías y tendidos eléctricos a las zonas de los nuevos barrios como se hizo en numerosas ciudades de Europa e incluso incorporar trolebuses, que son unos vehículos como los autobuses con ruedas de goma pero se diferencian de estos de que en el techo llevan dos pértigas conectadas a un tendido eléctrico doble.

En el conjunto de las ciudades alemanas hay más de 10.000 tranvías funcionando; 25 en Francia; 20 en Suiza; 14 en Italia, donde destaca Milán con 800 tranvías. También hay tranvías en ciudades escandinavas, austriacas, rusas (S. Petesburgo tiene la mayor flota tranviaria del mundo, con 2.500 tranvías). En las vecinas Lisboa, Oporto y trolebuses en Coimbra, etc.