Todos los principios básicos de la democracia consideran al pueblo soberano, siendo por tanto este quien ha de elegir a sus representantes.

El jefe del Estado ostenta la más alta representación de los ciudadanos de un

país. En un sistema democrático ha de ser elegido por ellos.

Felipe VI será el próximo jefe del Estado, a pesar de que el pueblo no lo ha elegido. Es decir, nos será impuesto a todos los españoles. En lugar de ciudadanos libres, de alguna manera, seremos súbditos.

De nuevo se confirma lo que he creído siempre. La democracia no es más que una ilusión creada al pueblo para someterlo.

Su alteza Felipe VI será jefe del Estado español. Desde el más estricto sentido democrático, nunca se podrá considerar un jefe de Estado legítimo. A mí, nunca me representará.