Durante muchos años de mi vida profesional y privada, he seguido la política española con interés, pero sin ninguna implicación personal. Votando normalmente sin más participación activa. En mis viajes he visto, por ejemplo en Londres, cómo los votantes conocen a su diputado y pueden presentarse en su casa o llamarle para charlar; aquí difícilmente se puede hacer algo así, salvo en los pueblos no muy grandes donde se conoce a todo el mundo. En mi etapa en Sudamérica, donde estuve doce años, contemplé la llegada de toda clase de populismos que llevaron a países ricos y con mucho futuro, como Argentina, a una hiperinflación, corrupción a alto nivel, esquilmando a la población, a los desamparados pensionistas, por ejemplo; no digamos Venezuela.

Al regresar en 2004 decidí participar un poco más y me afilié al PP, llegando a asistir al congreso de 2008 en Valencia. ¿Qué empecé a percibir y sentir entonces? Que el PP iba abandonando sus principios, de tal modo que el afiliado no perteneciente al aparato acababa siendo exclusivamente un votante cuando tocaba. En consecuencia me di de baja, devolví mi carnet, y a otra cosa. En las siguientes elecciones me abstuve y así pasó un cierto tiempo. En algún momento más reciente llegué a la conclusión de que no podía ver los acontecimientos desde el balcón, se suele decir "ver los toros desde la barrera", dado el enorme deterioro de España, no solo a nivel económico sino moral, institucional, de valores, pérdida de la autoridad paterna y de los profesores y un largo etcétera. Me planteé entonces participar más activamente y mi opción fue afiliarme a VOX. Leí su manifiesto y me pareció que coincidía básicamente con mis ideas y, en consecuencia, hace unos meses me afilié.

¿Qué dice y defiende VOX? La libertad individual, la defensa de la indisoluble unidad de la nación española, la defensa y promoción de la cultura de la vida y de la familia, nueva ley de partidos y nueva ley electoral, reconsiderar el estado de las autonomías que se ha desbordado, independencia del poder judicial, ley de partidos adecuada y nueva ley electoral, defensa de la economía de mercado, la libre iniciativa y derecho de propiedad e implantación de un sistema educativo de calidad. No conseguimos nuestro diputado europeo, con gran decepción, faltaron unos 2.000 votos.

Como resultado, nuestro presidente provisional, Alejo Vidal Cuadras, ha decidido no presentarse a la reelección que se va a dilucidar el 20 de septiembre en una asamblea general. Entre tanto, tenemos la abdicación del Rey, que es un acontecimiento más que refleja la difícil situación de España. Nosotros hemos decidido continuar. Es una carrera de fondo.

Concluyendo, tenemos a España enferma y tenemos que reaccionar. Hay que participar, ser activos y hay que votar. España necesita gente de bien.