Aunque vivo en Canarias, soy gallego, de la provincia de Pontevedra, y mi juventud la pasé en Vigo. En mi casa de Las Palmas veo la televisión gallega y leo FARO DE VIGO digital a diario.

En estos días se habla mucho de los problemas de corrupción en el Concello de Santiago, donde el alcalde ha recurrido a personas que no habían pasado por las urnas para ocupar los distintos puestos en la Alcaldía. A mí me gustaría puntualizar algo que aunque yo no pertenezco al Concello de Santiago si pertenezco a un grupo demasiado grande de gente que está harta de tanta corrupción política, de tanto caciquismo como hay en todas las partes de nuestro país y tanto mangante que se aprovecha de cargos públicos para su enriquecimiento privado y realzar su ego personal.

Los votados en las urnas, municipales o generales, tienen un deber con los votantes que es gestionar honradamente los problemas de los ciudadanos y cumplir sus promesas electorales. Si no lo hacen, o hacen apropiación indebida de vienes comunales o abusan de sus poderes en sus cargos públicos, y deben ser destituidos de inmediato sin dejarles la oportunidad de mangonear nada u ocultar pruebas coma ha ocurrido con el Señor Bárcenas. Si cualquier cargo público engaña a los ciudadanos que confió en ellos y le dio su voto, quien quiera que sea tiene el deber de responder ante la ley con todas las consecuencias. Así creo yo que debería ser.

Y mientras tanto yo creo que es normal que mientras no se celebren nuevas elecciones los cargos vacantes los ocupen personas honradas, aunque no hayan pasado por las urnas. Mejor un no votado en las urnas, pero honrado, que un electo corrupto.