El Partido Popular Europeo, con 212 escaños, resultó la fuerza más votada en las elecciones comunitarias, por delante de los socialistas y a una cierta distancia.

Pese a la prevalencia de los dos grandes bloques, la Eurocámara afronta una legislatura compleja para tomar decisiones.

Para contrarrestar los efectos perniciosos del avance de las minorías extremistas y euroescépticas, la idea de la gran colaboración entre los dos grandes grupos, que fue auspiciada por Merkel y Hollande, parece la respuesta para garantizar estabilidad y gobernabilidad.