El viernes 31 y sábado 1 de noviembre estamos todo el día en el despacho de Albor, Romay y yo celebrando varias entrevistas; Portomeñe, Carlos Otero, al cual convencemos para que acepte volver a asumir la Consellería de Hacienda; Díaz del Río que no acepta entrar en la Xunta; el doctor Suárez Núñez al que el presidente le ofrece la Consellería de Educación y aunque manifiesta que le apetece mucho, tiene que dedicarse ejercicio profesional para pagar la reciente ampliación de su clínica (lamentablemente fallece repentinamente pocos días después). El previsto retorno de Romay a la vicepresidencia queda abortado por el veto de nuestro coaligado Marfany y le dejo una nota al presidente con su posible sustituto Mariano Rajoy. Al fin, el 5 de noviembre toma posesión el nuevo gobierno gallego. Y concluyo con la moción de censura a Fernández Albor que tiene lugar del 21 al 23 de septiembre de 1987. Omites un hecho importante y nueva prueba de mi lealtad al presidente: el descubrimiento de "los papeles del juego" de Barreiro que entregó a Albor el día 22 y motiva la presentación de los mismos ante el juzgado. Incluso me encuentro con la plana mayor del PSOE y sugiero a González Laxe, ante este hecho y la posible implicación de Barreiro la paralización de la moción de censura y me responde es demasiado tarde. Efectivamente, al día siguiente, Barreiro entra como vicepresidente con Laxe.

Me gusta una frase de El Quijote cuando en Barcelona le dice al Caballero de la Blanca Luna "No os digo que mentís sino que acertáis. En tu caso no hay distinción.