Es una fecha señalada en la que se conmemora la pasión y muerte de Jesús. Y por su naturaleza se vive lo más sagrado y, pudiera ser, lo más emblemático de nuestra historia, porque fue un sacrificio solemne, altruista y redentor. En esta Cristo dio lo mejor de su vida para salvarnos, que es el legado más importante jamás superado por ningún ser hasta entonces y después. En España, sobre todo, la efeméride se sigue con singular devoción y las procesiones son, con un inusitado fervor, diría, dignas de un culto sin igual.

Aquellas transcurren con una imaginería de Cristo y la Virgen de la mano de los costaleros y los pasos son de una singular belleza. Sevilla, Granada, Málaga, Zamora€ dan lo mejor de sí mismas para ensalzar el dolor y la fe de los mayores y los jóvenes, entusiasmados con la celebración.

Es un tiempo de recogimiento, oración y fraternidad. Alcemos pues nuestras preces al Señor y encomendemos el alma a las alturas y, otro años, seremos testigos de la paz que a todos nos interesa, siempre y ahora como nunca, cuando la humanidad corre peligro ecológico y armado.

Sean pues estas fiestas un invite entre la felicidad y la armonía de Dios. La Semana Santa es una llamada al mensaje cristiano, a la creencia en el Creador y a dar lo mejor de los humanos tan necesitados de luz celestial.

"Ama a la vida pasajera y no dejes de lado el más allá"