Si mi hijo fuese un delincuente, el Estado lo habría encarcelado con un coste de unos 1.700 euros. Donde comería tres veces al día, tendría calefacción, etc. Eso no se cuestiona. Es necesario y así debe ser.

Por supuesto no se encierra a un hombre en una cárcel de mujeres o a un niño en una cárcel de adultos porque esta sea más barata o esté más a mano, para bajar costes. Esto no se cuestiona. Es necesario y así debe ser.

Si una vez dentro mi hijo delincuente decidiese reinsertarse y estudiar una carrera el Estado se la pagaría con un coste de unos 10.000 euros al año. Eso no se cuestiona. Es necesario y así debe ser.

Si mi hijo delincuente enfermase dentro de prisión se le curaría incluyendo operaciones, quimioterapias, etc. Eso no se cuestiona. Es necesario y así debe ser.

Todo lógico y correcto. Son cosas no cuestionables. Pero mi hijo no es un delincuente. Solo es un enfermo mental. Es autista, con una discapacidad reconocida de un 79%. Catalogado como dependiente de grado 3. Tiene reconocido el derecho a tercera persona, cuando está en casa, pero no hay dinero. A raíz de problemas graves de conducta con agresividad necesita estar internado en un centro de atención permanente y, para su enfermedad, hay uno a menos de 30 kilómetros de casa, pero por ahorrar se le ha ingresado en un centro que está a 150 kms. de casa y que no es el más adecuado para él. La Administración reconoce que no es lo deseable, pero no hay dinero.

El centro no es específico para autistas. Desde luego no para alguien tan afectado como él, y las crisis, agresiones, etc., son constantes. Su habitación ya no tiene muebles, ni puerta, porque los ha roto. También ha roto el techo de escayola. No suele ir a talleres o actividades porque no pueden garantizar la seguridad de sus compañeros con el personal disponible. No está integrado en las actividades del centro. Duerme solo porque los profesionales del centro hacen lo que pueden, pero reconocen que no es su sitio. Pero no hay dinero.

Traer y llevar a mi hijo los fines de semana cuesta 560 euros a la familia (según cálculo de Google maps) y 16 horas de coche al mes para nosotros y 8 para él. Durante un tiempo hemos conseguido transporte del 065, pero esta semana nos han llamado para decirnos que se acabó. Reconocen que es necesario pero no hay dinero. A partir de ahora habrá que solicitar el servicio cada semana y a ver si lo conceden, nunca más de dos servicios al mes. Es que no hay dinero.

Tiene reconocida la incapacidad para usar transporte público y el derecho a transporte adaptado, pero no hay dinero.

Demagogias las justas. Pero, ¿cómo puede usted tratar peor a los discapacitados que a los delincuentes? ¿Por qué se desmantela el servicio del 065 con nocturnidad? ¿Por qué no sale en la TVG?

*Padre de residente del centro Souto de Leixa en Ferrol.