"Cita con la muerte" es el título de un libro que analiza los 10 años de eutanasia legal en Bélgica, 10 años que ya dan perspectiva suficiente para valorar sus efectos. Así, si nos atenemos a la ley, la eutanasia solo puede practicarse en unas determinadas condiciones, pero ¿quién debe verificarlas? Porque nada permite saber si las practicadas son declaradas y si las informaciones médicas son fiables. Así, en este libro, el autor analiza la deriva que se puede dar en la interpretación de la ley y llega a la conclusión de que la eutanasia pasa de la excepción a la normalidad, ya que el número de eutanasias no deja de crecer, así como la eutanasia de los incapacitados y de los niños está también sobre el tapete y en vez de plantearse cómo ayudar mejor al que sufre la eutanasia se presenta como la respuesta o solución más rápida.

En este libro, el autor sostiene que legitimar la eutanasia es poner el dedo en un engranaje mortífero, ya que la respuesta apropiada de la sociedad y de la medicina debe ser el alivio profesional del dolor y de los síntomas; o sea, el cuidado para el bienestar y el acompañamiento de calidad, algo más complejo pero más digno y humano que la inyección letal.